Es un pasillo, es un pasar, es transitar. Es solo eso, pero también, mucho más. Son miradas invitadas y frescas, que se acercan para conectar. Un nuevo espacio donde convergen historias ajenas, que sorprendentemente nos resultan cercanas. De a poco se achica la brecha de lejanía, cuando nos encontramos representados en Guadalupe, con sus relatos cargados de símbolos domésticos y familiares. En alguna pintura de Amira en la que identificamos fotos y registros de escenas que podrian ser propias. Conectamos con imágenes, a través de los trazos en los que Milagros nos resume las huellas y rastros en su recorrido durante la pandemia. Hacemos memoria, formamos identidad a cada rato y en cada instante, en distintos lugares y atravesados por diferentes sentimientos. Somos arte andante y errante que va por los pasillos. Que transita y deja en su pasar, pasos de identidad.
Artistas
